domingo, marzo 27, 2005

Los relatos cortos de Dreamweaver: 3. Paralelismos

escuchando: "Cuando Duermes, de Cómplices"

Este tercer relato... se basa también un sueño... un sueño que tuve hace poco tiempo... Es bueno saber que los buenos sueños vuelven... indica mi sanidad mental :) o eso dicen. Como siempre, mis sueños van en cursiva y en primera persona.

No sé como... pero al fin llegó el día. Liz me estaba esperando en el Aeropuerto el Dorado. Por fin podré besarla, abrazarla, por fin podré decirle de frente lo mucho que la amo en verdad... por fin ella será feliz conmigo y yo feliz con ella... Me puse el traje ceremonial (Nota: El Traje Ceremonial -o Ceremonial Set- es un traje que tengo que consta de ropa negra, es decir, guantes negros, gabán -gabardina- negro, camisa negra, jean -azul-, medias y zapatos negros. Sólo lo uso cuando se me necesita en el trabajo, o cuando voy a ver a alguien MUY especial.)y tomé un bus hasta el Aeropuerto... cuando llegué lo primero que noté extraño, era una joven pareja... la chica... si, era ella. Era Ángela, y el chico era Henry... antaño mi rival, hoy indiferente. De repente, Ángela notó mi presencia, y dijo: "Fer..." Yo dije: "No te preocupes. No necesitas decirlo." Ángela estaba acompañando a Henry a tomar el avión a Cartagena, a la Escuela de Infantería de Marina. De repente, una voz se escuchó: "Vuelo número ... desde México Distrito Federal, en la puerta ..." No recordaba los números. Nunca me importaron. Sólo le dije a Ángela: "Mi amada me espera. No te preocupes." Henry dijo: "O sea que tú eres Fernando." Yo dije: "No me hagas perder mi tiempo." Luego volteé la cara y dije: "Por favor. Mi odio hacia ti se redujo a nada el 2 de Diciembre de 2004. Porque la razón que tenía para odiarte se esfumó. Lo único que te advierto es que si vuelves a dañar el corazón de Ángela... no tendrás la misma suerte. Lo juro." De repente caminé hacia el portal... el aeropuerto es realmente grande... ENORME. Toda la vida acostumbrado al Aeropuerto Yariguíes de mi tierra natal... yo quedaba como una hormiga al lado de cualquier cosa. Y ahí la vi a ella... con sus ojos ámbar, su paso firme y decidido, su sonrisa, y su cabello ondulado con mechones rubios... no solo era alguien llegando al Aeropuerto... era ELLA. Mi Condesa, en una especie de conjunto negro(nota: ese conjunto negro es blusa, jeans y bufanda negra)Consciente de que esto no se ve todos los días... me acerqué a ella, con paso lento pero decidido... yo la miré a los ojos y sin decir nada, continué caminando. Elizabeth paró el paso... vi sus maletas, y me acerqué a ella... yo dije: "no digas nada. Sólo bésame." Y así la besé... fue largo, muy largo... como ella nunca lo pensó... Ahí desperté. Contento porque finalmente soñé bien, como antes.

Cuídense!!