El Conde de Querétaro, capítulo 2: ¡Entrena, campeón!
Bien, sigo aquí, con mi tragedia... Sin embargo, este extraño ser... bueno, cualquiera se contentaría con la llegada de alguien, estando solo aquí. El ser se presentó como Kasid, un árabe-colombiano desterrado también por plantear una Colombia nueva...
Pero más allá de eso, él le comentó sobre un tesoro... "Dicen que hay un tesoro más allá de estas islas, pero sólo lo ganarás con paciencia." Yo dije: "Siento decepcionarte, pero... volver a ver mi mundo es suficiente tesoro." Kasid comenzó a reírse y dijo: "Hablo de venganza contra quienes te hagan daño. Hablo de tantos tesoros, tesoros como nunca antes te habían mencionado, ni te mencionarán". Mis ojos brillaron, pero yo dije: "No me molestaría tenerlos pero créeme... debe haber otra forma de hacerle pagar a ese presidente" Kasid dijo: "No veo odio en tu forma de ser... No veo nada, nada de nada..." yo dije: "La mejor venganza es aquella que nadie ve, que se escapa por entre las sombras y en el fondo, la que jamás termina." Kasid se sorprendió. De ser un santo para él había pasado a ser un vengador... Luego de eso empezó el entrenamiento. Meditación, equilibrio y paciencia, fueron las primeras disciplinas que entrené con él. Luego de un tiempo, llegó la hora de aprender cosas más fuertes... Filosofía, historia del mundo, política... cosas de las que sabía pero que necesitaba pulir y poner en práctica... Luego vino manejo de armas, y finalmente, finanzas y contabilidad, destrezas que debía aprender, así no quisiera...
Luego de tres años de todo eso, mi valiente amigo me confesó que unos días antes de ser desterrado le había sido detectado un cáncer. Ese cáncer, en tres años hizo metástasis y acabó con lo que le quedaba de vida... usando sus últimas fuerzas para decirme acerca del tesoro perdido... "Hay un lugar en el estado mexicano de Querétaro, que alberga los tesoros de uno de los últimos científicos de la Patria Sabia... nadie los ha contado, nadie los ha encontrado. Todo cuanto queda es este mapa. Ve, joven amigo y limpia tu nombre... O perderás todo cuanto amas." Yo obedecí y tomé un barco hecho con los restos de un yate de investigación... Y empecé a viajar... hacia ese lugar. Mientras tanto, decidí ponerme a aprender más.
Nadie sabría en qué continuaría esa historia...
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