miércoles, febrero 08, 2006

Imposibilitado mental y anímicamente...

El dolor ha llenado mis venas. Sin embargo, no podía seguir matando alguien que no merece morir... no podía seguir ilusionando a alguien... ni podía cortarle las alas. No debía hacerlo. Era mi deber no hacerlo. No soy cortador de alas, ni soy cetrero como para quitar libertades. Mis últimas palabras para Elizabeth...

"Sé libre, porque quien es libre, es feliz de verdad"


A todos los que me siguieron en esta hermosa Saga... gracias totales por su apoyo, gracias totales por acompañarme en estos 14 meses y 4 días, les agradezco profundamente su apoyo. Pero, lo que no puede seguir viviendo no podemos revivirlo... No podemos regresar a la vida algo que ya murió, toda vez, el ciclo de la vida y la muerte comanda todas las vidas por igual. Insisto. Gracias a todos, pero... con dolor en el alma, debo dejar de escribir un tiempo. O por lo menos algo publicable aquí. Algo digno de publicar en esta pequeña gran obra que dediqué enteramente a mi amada... a mi Beatriz dantesca, a mi Elizabeth.

Despidiéndome con honor,

Fernando Mosquera Miranda.
(Imaginado el 6 de Febrero, a las 5 de la mañana, mientras reflexionaba sobre lo que hice, y sus posteriores y dolorosas consecuencias.)